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entonces, dígame vuestra merced, si su dolor es mi dolor,
por qué ¿al revés no es menester?
Que más podrá pasar que me sorprenda,
si después de tantas calamidades a lo largo de esta senda,
que provocaron lesiones en cuerpo y en mente,
juro que el mundo será testigo del valor de este gallardo caballero
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